Héritage
Los recuerdos son parte inalienable de esa memoria que nos constituye. Muchos de los que acumulamos en casa son, básicamente, sólidos fragmentos de nuestra existencia. Nos forjan. Nos dan identidad. Nos abrazan y resguardan. Además, nos ayudan a perpetuar y celebrar la vida de nuestros seres queridos, como en el caso de los respetados y admirados Salvador Lázaro Pesquera Amaudrut y Suzanne Marcelle Barbé Lemenorel, quienes marcaron profundamente a los que departieron con ellos y también trascendieron en la patria mexicana, que los recibió con las puertas abiertas, de par en par, a mediados del siglo pasado.
Él, que trabajó 87 años y 78 los dedicó a la ebanistería de arte, no escatimó en entrega y profundo afecto por lo suyo: cada pieza, cada objeto, cada mueble, lleva parte de su alma y esencia, de su corazón, y mucho podrá apreciarse en las páginas de este volumen. En cuanto a ella, su gran compañera e infatigable creadora, hizo lo propio en su refinado arte culinario de hondas raíces francesas.
También forjaron sólidas y afectuosas relaciones con sus clientes, proveedores de bienes y servicios, colaboradores, amigos y vecinos, sobre todo a partir del momento en el que se instalaron en su casa y taller en el antiguo pueblo de Popotla, en la década de 1950; específicamente en el predio de Mar Mediterráneo 146. Esta zona, de añeja data y que, por su colindancia con Tacuba, recibió desde el siglo XIX el empuje de la expansión urbana, sería el lugar de su morada, una bella construcción afrancesada, de buen tamaño, comprada con grandes esfuerzos.
Fue en este inmueble que hasta hoy prevalece, ahora en la actual colonia Popotla de la alcaldía Miguel Hidalgo, donde unos jóvenes Suzanne y Salvador instalaron tanto el taller como las habitaciones de sus dos hijos. Además de la vida de familia, en aquella cálida casa se recibía a los clientes y en muchas ocasiones se les invitaba a compartir la mesa en comidas que siempre eran aduladas por su excelencia culinaria, la de Suzanne. Don Salvador ahí cerraba los tratos, planeaba y hacía muebles únicos, diseñaba los planos, las plantas para los ebanistas y capacitaba a los artesanos y operarios, entre otras actividades que siempre mostraron al gran maestro ebanista de excelencia que fue.
De sus talleres y por los rumbos del aeropuerto capitalino salieron creaciones para las mejores casas de México, como las de las familias francomexicanas, o las de empresarios agrícolas, industriales, financieros y comerciales. De políticos. Hubo también muchas restauraciones o copias certificadas de mobiliario que se hicieron por encargo de coleccionistas o para palacetes de Europa, alcaldías de ciudades en el extranjero e inclusive, por su conducto, la residencia presidencial de una nación extranjera, así como fundaciones que conservan copias de mobiliario de toda la historia del país, aunque desafortunadamente estas no pueden admirarse por ser de propiedad privada; no así algunas que engalanan restaurantes exclusivos.
Para Suzanne, las bases de su portentoso oficio fueron culinarias. Tradicionales. Desde que siempre respetó la estacionalidad de los vegetales, carnes y quesos y luego culminaba su exquisita preparación de los menús, incluyendo todas las bebidas, plasmándola con su escritura de excelente caligrafía inscrita en tarjetas de color hueso. Ni qué decir de la pastelería artística, o la presentación de la mesa, vajilla, orfebrería, cubiertos y cristalería, así como de los arreglos florales y la música de fondo con la que deleitaba a sus clientes y amigos, al igual que a sus proveedores.
Para ambos, la ebanistería de arte y la cocina francesa como sus prestigiosos oficios dieron gran sentido a sus vidas; pero ellos, con educación y trabajo, realizarían una labor de altos vuelos que merece ser reconocida y homenajeada en todas y cada una de estas páginas, en las que junto con su historia se presentan, a propósito también del aniversario 82 del atelier de él, detalles de Fundación Cultural Salvador Pesquera Amaudrut y Suzanne Barbé Lemenorel, con su amplísima galería de arte y memorables piezas selectas.





